Macuspana, Tabasco; 7 de noviembre de 2024.
Hoy se cumplen cuatro años de una de las tragedias más recordadas en Tabasco: el desbordamiento del río Puxcatán, que el 7 de noviembre de 2020 afectó gravemente a la colonia El Castaño y el parque central de Macuspana, dejando a familias enteras sin hogar y marcando la vida de los residentes.
Aquella noche, las lluvias torrenciales provocaron un rápido aumento en el nivel del río. Familias atrapadas pedían ayuda desde los techos de sus casas, mientras que civiles, Técnicos en Urgencias Médicas (TUM), Protección Civil y la Guardia Nacional unían esfuerzos en una ardua labor de rescate. Las personas que no lograron evacuar a tiempo se refugiaron en las alturas, esperando asistencia en medio de la oscuridad y la creciente amenaza del agua.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó en su momento la muerte de cinco personas a causa de las inundaciones, mientras que el entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, informó a través de su cuenta de Twitter la gravedad de la situación en Macuspana. Desde un comando operativo, López Hernández comunicó la disminución en el potencial de lluvias y señaló que el desbordamiento de los ríos Tulijá y Puxcatán estaba afectando a la población. Acordaron entonces concentrar los esfuerzos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la zona para apoyar en el rescate y contención.
Asimismo, el gobernador detalló que el desfogue de la presa Peñitas se mantenía en 1,600 m³/s y que las compuertas de Macayo, cuya estructura nunca antes había sido utilizada, funcionaban adecuadamente en un intento por mitigar el impacto. Pese a estos esfuerzos, el daño fue devastador, y muchas familias perdieron todo su patrimonio en cuestión de horas.
Cuatro años después, la tragedia sigue viva en la memoria de quienes la vivieron, recordando una noche de incertidumbre y pérdidas, pero también de solidaridad y valentía ante una adversidad sin precedentes en el municipio.
